Cuando entras en un bar o un restaurante, la primera impresión determina si te sientes cómodo o no. No hay una segunda oportunidad. Independientemente de si el mobiliario es acogedor y rústico o festivo y de lujo, una fragancia adecuada y discretamente dosificada redondea de forma positiva el ambiente general y la atmósfera de bienestar.

Pero no sólo la entrada y las zonas de restauración pueden enriquecerse con una fragancia fresca y afrutada, por ejemplo, sino también las salas de los clubes o los salones de banquetes. Es posible utilizar la fragancia adecuada para cada evento. Por ejemplo, puede envolver la sala en la que se va a celebrar un banquete de boda con una suave fragancia de rosas o perfumar una fiesta de Navidad con aromas festivos para acentuar el carácter festivo del evento. Sin olvidar toda la zona de aseo e higiene. Aquí es especialmente importante una fragancia limpia y fresca. Pero, ¿por qué no va a oler siempre a café recién hecho? Es bien sabido que la mayoría de las cafeteras no son capaces de difundir estos tentadores olores. Sobre todo porque el café se prepara en la cocina. Puede ocurrir que uno o dos invitados sientan la necesidad de tomar una taza de café o un espresso después y no hay que subestimar los efectos sinérgicos para los demás invitados. Con nuestros dispensadores de fragancias totalmente automáticos y programables y las fragancias correspondientes, este efecto siempre es posible, no importa dónde".